11 de mayo de 2023

Las manifestaciones públicas del Presidente de la Nación acusando a la Corte Suprema de Justicia (y junto con ello a otros integrantes del Poder Judicial) de connivencia con la oposición política, al cuestionar las medidas cautelares dispuestas por el tribunal en dos elecciones provinciales, revisten notoria gravedad institucional.

Las expresiones presidenciales, para cuya difusión se utilizó -en forma inaudita- la Cadena Nacional y que fueron inmediatamente replicadas por distintos referentes del actual oficialismo, exceden en mucho el derecho de crítica o discrepancia con las decisiones judiciales. Ellas desconocen la estructura de división de poderes dispuesta por la Constitución Nacional, buscan burdamente presionar a los jueces en el cumplimiento de su misión, y constituyen un intento más de afectar la necesaria independencia del Poder Judicial de la Nación.

No es posible dejar de recordar que el Poder Judicial, ese “que no tiene ni la bolsa ni la espada” y que “es la menos peligrosa de las ramas del gobierno”, constituye -según el diseño de la Constitución- un poder estatal en igualdad de jerarquía con los otros dos que tiene, precisamente, como función, controlar la legalidad de los actos de los restantes partícipes del poder, incluyendo los actos de las provincias, que integran la Nación. De este modo, el Poder Judicial constituye un freno institucional a los abusos del poder -aún cuando estos busquen justificarse con la lógica de la democracia-. Porque, precisamente, el estado constitucional limita la potestad de los poderes estatales, a través de un sistema de división y equilibro de poderes que ninguna mayoría circunstancial puede violentar.

FORES, Foro de Estudios sobre la Administración de Justicia, lamentablemente una vez más, se ve obligada a señalar que las expresiones del Presidente de la Nación -cuyos efectos negativos se ven potenciados en un año electoral- violan la Constitución, degradan la República y dañan la necesaria convivencia democrática.

Hacemos un llamado a la prudencia, a la serenidad, y al irrestricto respeto a las disposiciones de nuestra Constitución por quienes, hoy, tienen por nuestro mandato el gobierno de la Nación. Ellos, en razón de sus cargos, tienen una insoslayable responsabilidad institucional frente a nosotros.

Solo el pleno respeto a los límites constitucionales nos permitirá avanzar en una República sin grietas.

Marcelo Gobbi

Alfredo M. Vítolo

Secretario

Presidente

   
   

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